Se trata de un componente que nuestro cuerpo produce de forma natural en la piel, las articulaciones y los cartílagos. Cuando la edad comienza a hacer estragos nuestro organismo ve reducida su capacidad para producir este ácido y aparecen las arrugas.
A base de inyecciones puedes utilizar esta técnica para eliminar las arrugas de expresión, rellenar pliegues, aumentar temporalmente el volumen de tus labios y eliminar cicatrices gracias a la capacidad de esta molécula para almacenar agua aportando elasticidad a la piel.
El efecto rejuvenecedor que consigue este tratamiento estético es de lo más positivo y, además, no produce reacciones alérgicas dado que es inocuo. Lo que sí debes tener en cuenta es que será necesario repetir el proceso al menos dos veces al año ya que el organismo absorbe la sustancia de manera muy rápida.
Los resultados se hacen visibles en muy poco tiempo pero, si prefieres huir de las agujas, también puedes encontrar cremas con ácido hialurónico, eso sí, el efecto no será el mismo. Mientras que las inyecciones ayudan a que tu piel regenere el colágeno de forma natural, las aplicaciones tópicas sólo conseguirán un efecto externo.
Ya sabes, si quieres quitarte años de encima en poco tiempo y de forma segura el ácido hialurónico puede ser tu gran aliado.
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