El paso del tiempo, la genética, el estilo de vida y otros factores, producen envejecimiento y deterioro cutáneo del rostro. La bioestimulación cutánea es un tratamiento que restablece la piel del rostro, mejorando el aspecto general del mismo, eliminando pequeñas arrugas, depresiones cutáneas, flacidez, cicatrices, etc. Es un conjunto de procedimientos que estimulan el fibroblasto, célula determinante de la estructura y calidad de la piel. Esta activación hace que se produzca colágeno, elastina y ácido hialurónico, elementos esenciales de la estructura cutánea.
El tratamiento consiste en obtener una pequeña muestra de sangre, a la que se le agrega plasma enriquecido con factores de crecimiento y se reinyecta muy superficialmente por debajo de la piel, con jeringas y agujas de muy pequeño calibre. El procedimiento es casi indoloro y luego de la sesión se pueden aplicar una serie de mascarillas descongestivas y refrescantes para que desaparezcan las molestias que podrían aparecer. Pueden tratarse los párpados, rostro, escote, brazos y manos. Los primeros resultados, pueden comenzar a verse a partir del mes de haberse hecho el tratamiento. Se aplica una vez por año en pacientes de hasta 50 años y a partir de esa edad, cada seis meses. No requiere ningún tipo de preparación previa y los pacientes pueden reincorporarse inmediatamente a su vida social.
Ventajas
Mejora la piel y su luminosidad. Disminuye las arrugas finas y las líneas de expresión. Aumenta la tersura de la piel y retrae la flacidez. Es un tratamiento natural, fisiológico y ambulatorio.
Desventajas
Además de las molestias de las microinyecciones, pueden aparecer moretones o enrojecimientos pasajeros. No quita las arrugas, sólo las mejora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario